Novena Edición - 2018
Primer Lugar
Marcel Leonardo Moyano Mora
«Splitting» tomo como imagen central la parte principal de una sala del sur de Guayaquil. La cual se encuentra en proceso de litigio por sus actuales herederos. De esta manera; eventualmente, represento los problemas territoriales que se encuentran hoy en día vigente, haciendo una metáfora a la división de tierras fronterizas y como el poder es visible en estas circunstancias donde los límites se ven caducos ya, y nos preguntamos de forma rápida, cómo dividimos estos espacios, o quien se verá favorecido de lo otro, que es atribuido de manera radical a estos conflictos internos.
Creando dentro de él, un hábitat de conflicto en el que la certeza de estos límites se diluye. Son espacios que, al recorrerlos, el espectador carece de memoria, de ambivalencia como sujeto hacia lo que presencia y representa.
Segundo Lugar
Joel Ramírez Gallegos
«Déjá vu” o dejavú», es un término francés que significa “ya visto”. El concepto describe la sensación que experimenta una persona al pensar que ya ha vivido con anterioridad un hecho que, en realidad, es novedoso.
En este contexto hice esta obra basada en acontecimientos actuales de nuestra realidad como sociedad. Las redes sociales son un fenómeno que involucra todo. A modo de estudio; se refieren al conjunto delimitado de individuos, grupos, comunidades y organizaciones vinculados unos a otros a través de relaciones sociales; así como los puntos de encuentros antiguos, como los tendederos y lavanderías urbanas, donde se sabía todo de todo y e forman verdaderas redes.
Eran los tendederos familiares donde la gente se comunicaba para reunirse a un asado, al futbol, al baile, misa de réquiem o simplemente el morbo del chisme del momento en la barriada.
Tercer Lugar
Orlando Javier Quinapanta Molina
«Devenir Inevitable » el advenimiento de lo inevitable como el instante mismo en el que se decide nuestro devenir, un instante en el que la necesidad, el discurso, y la manipulación nos convierte en el detonante de nuestro propio destino, como jumentos con sus pies en la academia, como misiles con bombas de palabras, más allá de la sensación de la materialidad que el desapego transforma en herida abierta. Esa herida que aún fresca se ha convertido en la memoria y conciencia colectiva.
Cargamos nuestro destino como cargamos nuestras palabras, nuestros conceptos, ficciones, esperanzas, todas ellas a punto de estallar”.